martes, 30 de abril de 2019

Sensualidad...

La sensualidad, ese don increíble y natural es patrimonio de cada uno de nosotros, solo que, por lo general, nos hemos olvidado de poseerlo o de definirlo en su real acepción. La sensualidad como alegría, presencia, espontaneidad, pasión absoluta por la vida está presente en todos desde que nacemos.
La sensualidad está totalmente vinculada a nuestros sentidos. En cada momento de nuestra vida utilizamos nuestras capacidades sensoriales, pero normalmente ni nos damos cuenta de que esto está pasando o, aun más a menudo, utilizamos de manera muy limitada estas capacidades.
Nos movemos como autómatas, sin percibir el movimiento, el cuerpo, el esqueleto que nos sostiene.
Tocamos muestro cuerpo, el cuerpo de los demás y los objetos que nos rodean, pero no nos damos cuenta de los mensajes que nos está transmitiendo nuestra piel. Comemos distraídamente, la mayoría de las veces hablando y pensando en otros asuntos, pero no saboreamos la comida.
Miles de olores y perfumes llegan a nuestras narices y envían sensaciones a nuestro cerebro, pero ni los percibimos. Una babel de sonidos y ruidos llega a nuestros oídos, pero no podemos escuchar de verdad con toda nuestra atención.
Nuestros ojos reciben una multitud de información en imágenes, pero no podemos ver de verdad. Sin embargo, justamente nuestros sentidos son la llave para entrar en contacto directo y real con el mundo que nos rodea.
Recontactar con los sentidos significa gozar de la maravilla de la vida y unirlos a la conciencia es el secreto para vivir sensualmente.
Que a propósito nada tiene que ver con la connotación sexual que le acompaña, sino con la calidad de vida que tenemos.

lunes, 29 de abril de 2019

Rumores de la Historia

Cuando se lee con detenimiento el "Julio César" de Shakespeare, se está frente a una de las obras que trata con mas inteligencia la relación entre el poder, las ambiciones y el sentido del Estado. Shakespeare inicia su narración en el momento decisivo de la historia, cuando Julio César en su camino al circo para ver unos festejos y en donde se le iba a ofrecer la corona, es adevertido por un adivino con la famosa frase: "¡Cuídate de los Idus de marzo!". Todos conocemos el desenlace, Julio César no hizo caso a la advertencia. Al día siguiente moría apuñalado en el Capitolio a manos de varios senadores romanos, incluído su propio hijo, Bruto, adoptado hacía tiempo.
La historia en si es totalmente apasionante y el gran escritor inglés logra hacernos vivirla con total apasionamiento gracias a su peculiar manera de enfocar los tiempos y el argumento. En esta obra existen varios monólogos dignos de estudiar en cualquier clase de literatura que se respete. Marco Antonio hace uno de ellos al quedarse solo con el cuerpo asesinado de César en el Capitolio, llorando la maldad humana, llorando las mentiras que acaba de tener que decirles a los asesinos de su amigo y jurando la venganza necesaria. El segundo monólogo lo realiza Bruto en el funeral de César ante el pueblo romano explicando por qué han matado a César, en qué se basaba esa necesidad. Gracias a este discurso Bruto logra que la plebe romana se ponga de su parte. Sus argumentos son conocidos: César había llegado a un nivel de poder personal muy peligroso para la República y según los magnicidas estaba ensombreciendo la propia gloria del pueblo romano.
El tercer monólogo es al que considero mas interesante. Es el segundo monólogo de Marco Antonio. Este sale con el cuerpo de César a las escalinatas del Capitolio y lo deja a los pies del pueblo romano que acaba de escuchar a Bruto. Se ha comprometido a que si le dejan hablar en el funeral de César no dirá nada en contra de los asesinos. Comienza el discurso, el pueblo romano, las gentes de Roma están en su contra, en contra del César y esperan el magno discurso de otro hombre de Estado, en este caso, de un amigo y compañero del caudillo romano, pero se encuentran con las palabras de un amigo, ya que con lo que más nos sorprende Shakespeare, es con el tono de iguales que emplea Marco Antonio, al comenzar su discurso diciendo "Amigos, romanos, compatriotas, escuchadme: he venido a enterrar a César, no a ensalzarlo. El mal que hacen los hombres les sobrevive; el bien suele quedar sepultado con sus huesos. Que así ocurra con César". Es decir, les llama amigos, el es amigo de ellos, les llama romanos, con todo el significado de siglos de historia que tiene esa palabra para los que lo escuchan, les llama compatriotas, compañeros de esa misma patria y les pide, él, un senador romano, que le escuchen, no lo ordena, lo pide, casi lo suplica. Está claro que Shakespeare conocía muy bien los sentimientos humanos y éste es un gran ejemplo de ello.
Sigue el discurso llamando a Bruto "hombre honorable", pero sólo es retórica, porque lo que hace es afirmar de Bruto el carácter ambicioso y su avaricia. Termina mostrando a todos el generoso testamento de César, rescatado para la memoria del pueblo y de la historia por el, Marco Antonio, que realiza un magistral ejercicio de manipulación de masas, con la ayuda de los habituales agentes políticos infiltrados entre el populacho tan típicos de la historia de Roma como lo son hoy en nuestro país: ”pueblo de Roma, ¿cuándo volveréis a tener a otro como él?”, dice Marco Antonio y para terminar; una mujer del pueblo responde entre sollozos: “¡NUNCA!“. El destino de los conjurados está escrito...
Esperemos que al consultar en nuestro congreso sobre la pertinencia o no de una nueva reforma constitucional, recordemos un poco la Historia...evitemos que un Bruto nos haga necesario a un Marco Antonio....

El Renacimiento. La Primavera del hombre

El Renacimiento representa una espléndida aurora, un auténtico despertar de la conciencia del ser humano, después de una larga noche de casi mil años.
Los siglos XV y XVI, principalmente, son un período de cambios y de revolución en el arte, la ciencia, la política, e incluso la religión, constituyendo un triunfo de la inteligencia y del genio creador, como hacía tiempo no se vivía en Europa.
El hombre renacentista vuelve su mirada a la Antigüedad clásica, y en ella descubre el conocimiento que le permitirá salir de las tinieblas de la ignorancia medieval. A semejanza de un tesoro que ha permanecido enterrado durante siglos, ese conocimiento lo componen viejos principios y valores, válidos para el ser humano de cualquier época y lugar.
El principal descubrimiento del hombre renacentista será, sin duda alguna, el de sí mismo como ser humano. El hombre medieval creía en Dios, y era, sobre todo, un hombre religioso. En cambio, el hombre renacentista va a adquirir conciencia de sí mismo como una criatura muy especial dentro de la Naturaleza, dotado además de una enorme potencialidad. Esta idea le llevó a plasmar la asombrosa obra artística y literaria que conocemos.
De una concepción estática y pasiva del ser humano, se pasa a una concepción dinámica y activa. Como dicen algunos estudiosos del período, el hombre se halla justo en el punto central donde se unen el mundo celeste y el mundo terrestre, el espíritu y la materia, de tal forma que puede optar por elevarse hacia lo superior, mediante una vida moral, cultivada y digna, o puede dejarse caer hacia lo inferior, acercándose al nivel de los animales, y por tanto, perdiendo dignidad humana. Esta posición intermedia del ser humano, por la que se le ha llamado "la cópula del universo", es precisamente, la causa de la eterna inquietud, pues Dios ha creado al hombre para lo infinito, de manera que nada finito, por grande que sea, pueda satisfacerle jamás y, por tanto, para que esté en la Tierra buscando únicamente su naturaleza infinita e inmortal. 
Dentro de la multitud de posibilidades que tiene a su disposición en la vida, el ser humano está obligado a elegir la forma de vida más elevada moralmente. 
Esta especie de glorificación del ser humano, sin olvidar nunca lo divino, llevó al hombre renacentista a prestar un especial cuidado por la educación, instaurándose un nuevo modelo educativo, que se ocuparía principalmente de formar al joven en aquellos valores que son propios del hombre, netamente humanos; de ahí que, sin abandonar la escolástica medieval, se recupera el valor de la oratoria y la retórica, pues hablar bien es algo que distingue claramente al hombre de los animales; se recupera el estudio de la filosofía moral y de la ética. Además, el trabajo y el aprendizaje adquieren una nueva valoración, al igual que la relación maestro-discípulo, pues será ella la que permita la transmisión del conocimiento.
El hombre renacentista es artista, es místico, es constructor, es inventor, es científico, es pensador político, es integrador de las diferencias, pues busca la unidad que subyace en todo, es joven y viejo a la vez, pues a su juventud une la sabiduría de la Antigüedad, y en definitiva, es un filósofo, pues ama esa sabiduría, la busca y se esfuerza por alcanzarla.
A eso es que debemos aspirar para reivindicar nuestar condición humana, nuestra condición de hombres.

sábado, 27 de abril de 2019

LA CLASE, ALGO QUE SE TIENE O NO SE TIENE

Tener clase no depende de la posición social, ni de la educación recibida en un colegio elitista, ni del éxito que se haya alcanzado en la vida. Tener clase es un don enigmático que la naturaleza otorga a ciertas personas sin que en ello intervenga su inteligencia, el dinero ni la edad. Se trata de una seducción natural que emiten algunos individuos a través de su forma de ser y de estar, sin que puedan hacer nada por evitarlo. Este don pegado a la piel es mucho más fascinante que el propio talento. Aunque tener clase no desdeña el atractivo físico como un regalo añadido, su atractivo principal se deriva de la belleza moral, que desde el interior del individuo determina cada uno de sus actos.
Los descubres por su aura estética propia, que se expresa en el modo de mirar, de hablar, de guardar silencio, de caminar, de estar sentados, de sonreír, de permanecer siempre en un discreto segundo plano, alejados siempre de las formas agresivas, como si la educación se la hubiera proporcionado el aire que respiran.
Este país nuestro sufre hoy una avalancha de vulgaridad insoportable. Las cámaras y los micrófonos están al servicio de cualquier mono patán que busque, a como de lugar, sus cinco minutos de gloria, a cambio de avasallar a toda la sociedad. Pero en medio de la chabacanería y el mal gusto reinante también existe gente con clase, ciudadanos resistentes, atrincherados en su propio baluarte, que aspiran a no perder la dignidad.
Con ese toque de distinción, que emana de sus cuerpos, son ellos los que purifican el clima sórdido que impera en la calle y te permiten vivir sin estar totalmente asqueado.

LA MUSICA

Tal como sucede con muchas otras formas de expresión cultural, la música es una de las maneras que tiene el ser humano para expresarse y representar, a través suyo, diferentes sensaciones, ideas y pensamientos. Así, la música es de vital importancia no sólo por su belleza y valor estético si no también como soporte a partir del cual el ser humano se puede comunicar con otros y también consigo mismo.
Parte de lo que nos hace ser humanos es la música. Todas las culturas, desde las primeras civilizaciones hasta las actuales, han creado música. De hecho los instrumentos musicales están entre los objetos más antiguos diseñados por el hombre; hay hallazgos por ejemplo, de flautas de 37 mil años de edad y probablemente aún más antiguas. Si comparamos esto con el proceso de lectura y escritura que no tiene más de 35 mil años y que incluso hay comunidades que lamentablemente aún no lo practican, podremos darnos una idea del significado que tiene la música en la evolución de la sociedad.
Otra razón de por qué la música es importante es que la misma es un fenómeno que permite conocer no sólo al individuo o grupo de individuos que la componen sino también al oyente, a las personas que la disfrutan, pudiendo entonces reconocer sus preferencias, su tipo de carácter, su forma de expresión o sus preocupaciones debido al estilo o tipo de musical, de letra, de melodía de su preferencia.
Así, la música puede ser fácilmente un símbolo cultural que establece estándares no sólo individuales si no también sociales respecto de los grupos que siguen a tal o cual música y que ven en ella representadas sus características más relevantes.

viernes, 26 de abril de 2019

DE CUANDO NACIERON LOS RESTAURANTES

A los amigos amantes de la cocina y la gastronomía quizás les resulte difícil de creer, pero los veinticinco años de tremendas convulsiones politicas que transcurrieron entre la Revolución francesa (1789) y la derrota definitiva de Napoleón en Waterloo (1815) fueron los mismos veinticinco años que sirvieron como campo de pruebas inspirador para una revolución diferente que benefició el paladar de todos por los siglos venideros... y que parió el lugar de culto de los mismos: el restaurante.
Antes de este momento, las comidas elegantes eran del dominio exclusivo de los nobles y los ricos, los que tenían grandes cocinas y jefes de cocina personales que incluso viajaban con ellos de château en château. Los únicos fogones comerciales existentes eran las sórdidas fondas de los caminos, donde los viajeros se sentaban entre extraños en torno a un mediocre buffet al estilo familiar.
Ya en la primera década del siglo XIX, segun podemos leer en algunos escritos de Balzac, el número cada vez mayor de parisinos de la clase media desarrolló una nueva pasión por los caldos y sopas saludables, que recibían el nombre de "restaurants" (reconstituyentes), y algunos vendedores ambulantes comenzaron a expenderlos. No tardaron mucho estos nuevos propietarios en caer en cuenta de que existía un mercado para menús y decorados más refinados. Asi, abrieron en París algunos lugares más acreditados, donde los clientes podían sentarse en mesas individuales e incluso escoger entre la variedad de platos.
La revolución le dio un gran empujón a los restaurants al inundar el mercado laboral de jefes de cocina desempleados procedentes de las cocinas aristocráticas y llenar sus bodegas de excelentes botellas de vino vendidas a buen precio por los nobles en su huida.
Pero en realidad, el buen comer "comercial" se impuso después de 1800, cuando Napoleón se hizo con el poder como primer cónsul y su departamento de policía publicó una proclama conforme a la cual, junto con la libertad de religión y de indumentaria, los franceses podían disfrutar ahora de la “libertad del placer”. Pasarlo bien era un deber para todo patriota porque, según Napoleón, si había champán y salsas, no había conspiración. Además, la expansión del Imperio francés llevó una fantástica riqueza a París.
Los restaurantes comenzaron a competir para atraer a los clientes con fastuosas decoraciones de mármol y complejos espectáculos en directo. Aquellos templos de la gastronomía se convirtieron en atracciones turísticas a la misma altura que Notre Dame y aparecían en las publicaciones de toda Europa...

miércoles, 24 de abril de 2019

La vida


La vida se asemeja a un viaje en tren. Con sus estaciones y cambios de vía, algunos accidentes, sorpresas agradables en algunos casos, y profundas tristezas en otros.
Al nacer, nos subimos al tren y nos encontramos con nuestros padres, los que creemos que siempre viajarán a nuestro lado. Pero en alguna estación ellos se bajarán dejándonos seguir el viaje, y de pronto nos encontraremos sin su compañía y su amor irreemplazable...
No obstante, muchas otras personas que nos serán muy especiales y significativas, se irán subiendo al tren de nuestra vida... Nuestros hermanos, amigos y en algún momento, el amor de nuestra vida...
Algunos tomarán el tren para realizar un simple paseo, mientras otros durante el viaje pasarán por momentos de oscuridad y tristeza.
Muchos, al bajar, dejan un vacío permanente. Otros pasarán tan desapercibidos que ni siquiera nos daremos cuenta que desocuparon sus asientos...
Es curioso ver como algunos pasajeros, aún los seres queridos, se pueden acomodar en vagones distintos al nuestro. Durante todo el trayecto estarán separados, sin que exista ninguna comunicación. Nada nos impide que nos acerquemos a ellos si existe buena voluntad de nuestra parte. De lo contrario, puede ser tarde y encontraremos a otra persona en su lugar.
El viaje siempre continúa, lleno de desafíos, de sueños, fantasías, alegrías, tristezas, esperas y despedidas...
Tratemos de tener una buena relación con todos los pasajeros, buscando en cada uno, lo mejor que tengan para ofrecer. En algún momento del trayecto, ellos podrán titubear y probablemente precisaremos entenderlos, pero recordemos que nosotros también, muchas veces, titubeamos y necesitamos a alguien que nos comprenda.
El gran misterio para todos, es que no sabremos jamás en qué estación nos toca bajar. Como tampoco dónde bajarán nuestros compañeros de viaje, ni siquiera el que está sentado a nuestro lado.
A veces pienso en el momento en el que me toque bajar del tren... Sentiré nostalgia, temor, alegría, angustia...? Separarme de los amigos que hice en el viaje, será doloroso y dejar que mis hijos sigan solos, será muy triste. Pero me aferro a la esperanza de que en algún momento, tendré la gran emoción de verlos llegar a la estación principal con un equipaje que no tenían cuando iniciaron su viaje.
Lo que me hará feliz, será pensar que colaboré para que ellos crecieran y permanecieran en este tren hasta la estación final..

Notre Dame


En la edad Media, fruto de la persecución a que fueron sometidos todos aquellos que no compartían la religión imperante, la comunicación de las ideas se hizo a través de un simbiolismo oculto en la mayoría de las obras de arte que fueron realizadas por los miembros de los grupos llamados paganos. En estas, la manifestación espiritual posee dos caras: una interior y la otra exterior. Lo exterior, exoterismo, recoge las devociones y fórmulas rituales encaminadas a conducir al hombre hacia la salvación. La interior, o esoterismo, es secreto y sólo se conoce por la experiencia a partir de una iniciación.
En el medallón de la Catedral de Notre-Dame aparecen estos dos aspectos simbolizados por los dos libros que el personaje central sostiene en su mano derecha, uno de ellos aparece abierto y el otro cerrado.
De ahi que halla toda una serie de representaciones artisticas en dicha edificación que escapen a lo que se puede considerar netamente cristiano pero que erroneamente algunos califican de diabolico...

La bachata

Dice el siempre atinado Ing. Pedritin Delgado que la bachata es un bolero escrito por analfabetos. Yo creo que la bachata es un intento de bolero que creció desde la plataforma de la realidad coloquial, del piropo callejero, de la sensualidad sin reparos y marginal. El bolero que creció desde la palabra y el lenguaje de la marginalidad exaltada. Muchas historias y metáforas del bolero tradicional nunca fueron comprendidas ni siquiera por sus propios intérpretes, mucho menos por sus oidores. Ha debido surgir una legión de culto que aprisiona esas imagenes que le son propias para poder entender sus signos y sus alcances reales. La bachata es un bolero escrito por profanos que desean construir su significado y labrar su trascendencia divorciándose de la metáfora que nunca comprendieron y de la palabra que nunca fue de uso común entre ellos...aunque el sentimiento puede que sea el mismo...

La Ciencia y las preguntas


Hace unos 2500 años, Lao Tsé dijo que saber que no se sabe es humildad, mientras que pensar que uno sabe lo que en realidad no sabe, es enfermedad. 
Cada disciplina científica ha generado enorme cantidad de conocimiento, especialmente en los dos últimos siglos. Eso a algún optimista le puede hacer pensar que estamos cerca de conocerlo todo y que cada vez es más difícil encontrar áreas novedosas donde investigar. Nada más lejos de la realidad. Cuanto más sabemos más preguntas se abren, cuanto más conocemos, más preparados estamos para cuestionar incluso aquello que fue contestado con anterioridad. Es una de las grandezas de la ciencia: hacerse preguntas, plantear hipótesis, realizar experimentos para chequear esas hipótesis, obtener resultados y analizar como encajan los resultados en el conjunto de hipótesis y modelos planteados. Si no encajan se plantean nuevas hipótesis en función de esos resultados y se vuelve a empezar. Probar, comprobar, recomprobar. Una tarea que no acaba nunca. Cuando se tiene una alta probabilidad de certeza se habla de leyes, pero en ciencia las leyes no están grabadas en la roca con un cincel, están constantemente en escrutinio en función de los nuevos resultados obtenidos. Algunos ven en esto una debilidad, una gran inseguridad. A mí me parece una grandeza, la grandeza de un trabajo humano y colectivo realizado durante siglos y que nunca termina, dado que llegar a conocerlo todo se antoja imposible...

Momentos

Por mucho que cambie la escena debe mantenerse el mensaje, y hay que luchar por ello. Nunca ningún gran guión se escribió solo, o hubo grandes historias sin grandes personas en ellas.
La mía se compone de mil granitos de arena, resultado de esa resta y suma eterna que hace el tiempo en nuestras vidas.
Lo mejor de esa balanza es que siempre hay una antítesis al frío y al adios, que siempre se suma a la lágrima una sonrisa, y siempre, y digo siempre, hay alguien que te recuerda porqué estás aquí, demostrándote lo maravillosa que puede llegar a ser la vida a veces, a pesar de sus empeños por hacerte sentir lo contrario...

Expectativas


Como cuando te asustas y corres y no sabes hasta donde podrías llegar.
Como cuando se cruzan en el cielo todas las nubes a la vez y deseas poder marcharte encima de una de ellas.
Como cuando te vas dando cuenta que ya no... pero quieres sentir un firme sí.
Como cuando te sientes entre muros, entre calles oscuras, reunidas todas en torno al jardín del pensamiento.
Como cuando sientes a veces, que si gritas las paredes se derriten, que se abre entre su amasijo de arena y cemento una grieta por la que milagrosamente cabes, y consigues salir.
Al final parece que siempre pasa eso... y salimos adelante.
Solo hay que sentarse un momento, cerrar los ojos fuerte, coger aire hasta acariciar tu rincón más profundo, y soltarlo poco a poco. Una vez más, poco a poco, todo cobra sentido de nuevo.
Las nubes se tienen que marchar. O es que existe alguna tormenta que dure para siempre? Claro que no.
Se intuye siempre, a lo lejos, los tenues rayos de sol, el abrazo del cielo.
El premio es tener claro que el premio ya lleva en uno mucho tiempo, pues esto al final no es más que una lucha consigo mismo, lucha que se gana sin darse uno cuenta, en cada día de esfuerzo...