Sin embargo, a pesar de la clara evidencia de que los seres humanos son seres naturales, y tanto su modo de vivir como de actuar es perfectamente natural, se está desarrollando una opinión que vuelve a distanciar al hombre de la naturaleza. Está opinión, curiosamente, se halla sobre todo presente en personas que parecen tener una gran preocupación por una naturaleza unitaria. Así se vuelve a enfatizar lo natural como opuesto a lo humano, como si fuera más natural que las aves construyan un nido que no que los humanos se construyan una vivienda
Este hecho no pasaría de ser o una inercia de aquel pasado remoto o una manera de distinguir el natural humano del natural no humano, si no fuera porque se hace una valoración de uno y otro en términos tan simplistas como que lo natural no humano siempre es bueno y lo natural humano siempre es motivo de sospecha. Los hongos venenosos son perfectamente naturales y, con todo, no son muy recomendables para comer a menos que se quiera uno suicidar. De igual manera, en general, la naturaleza actúa ciegamente, produciendo frecuentemente lamentables catástrofes destructoras tanto de sujetos naturales no humanos como de seres humanos. Esto no basta para que muchas personas consideren altamente peligroso, o por lo menos digno de ser examinado muy atentamente y con lupa, cualquier producto químico o cualquier actuación del hombre sobre la naturaleza viva o no viva, mientras miran a otro lado cuando se produce algún perjuicio a los seres humanos por causas naturales, considerándolo como una fatalidad perfectamente aceptable.
Yo creo que es una herencia cultural de ese milenio funesto de la Edad Media donde la religión enseno al ser humano a pensar que es malo y que debe negarse a toda costa a si mismo para poder ser bien visto a los ojos de Dios. De ahi que hasta las necesidades carnales sean mal vistas por ese grupo de personas que suscriben todas estas cosas...
No hay comentarios:
Publicar un comentario