jueves, 9 de abril de 2020

Los sentimientos y nosotros...

Siendo completamente honestos, debemos reconocer que los sentimientos tienen más poder sobre nosotros de lo que estamos dispuestos a aceptar. Y que a su vez estos determinan la mayor parte de la conducta de casi todo el mundo. Elegimos a la pareja de la que nos enamoramos, aunque no nos convenga. Nos empecinamos en nuestras opiniones y criterios incluso cuando sabemos que no están justificados. Criticamos los proyectos o las ideas de nuestros competidores u oponentes, aunque sean estupendos. Votamos por quien nos cae bien, aunque no sea el mejor candidato. Podemos ser incapaces de salvar la vida de una persona enferma negando la cesión del órgano del ser querido que acaba de morir, aunque sabemos que ese órgano en pocos días no será otra cosa que polvo inútil. Podemos llegar a sufrir, a odiar o a amar con intensidad inimaginable. Las emociones influyen en nuestras reacciones espontáneas, en nuestro modo de pensar, en nuestros recuerdos, en las decisiones que tomamos, en cómo planificamos el futuro, en nuestra comunicación con los demás y en nuestro modo de comportarnos. Son determinantes para establecer el sistema de valores, las convicciones y los prejuicios que guían nuestra conducta y determinan también nuestro comportamiento.
Pero entonces, para qué sirve la razón? Con frecuencia la enfrentamos con los sentimientos y aunque a veces admitimos que no hay nada tan poderoso como estos últimos, solemos destacar el valor de la primera. Otorgamos superioridad a la razón porque creemos que imponerla sobre los sentimientos es un síntoma de sentido común, de madurez y de equilibrio.
La razón sirve sobre todo para generar nuevas emociones que puedan suplantar los sentimientos que ya tenemos, para potenciarlos al evocar viejas memorias relacionadas o suscitar argumentos nuevos para construir lo que deseamos. Emoción y razón son procesos mucho más inseparables de lo que uno suele creer porque no podemos convertirnos en seres que anulan sus sentimientos.
Estos han sido los que han movido al mundo...

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