domingo, 22 de marzo de 2020

Cuando nos llega el otoño

Llega un momento en que uno comienza a plantearse muchas cosas. Mira por el espejo retrovisor tratando de recordar los pasos dados y se encuentra con que el tiempo ha pasado muy rápido. Pero también inicia un proceso de revisión de lo que realmente es importante para uno.
Casi nada de lo que creemos que es determinante me lo parece. Ni el éxito, ni el poder, ni el dinero más allá del imprescindible para vivir con dignidad.
Y ahora, ahora, en este momento de mi vida, no quiero casi nada. Tan sólo la ternura del amor y la fabulosa compañía de mis amigos. Unas cuantas risas y unas palabras de cariño antes de irme a la cama. El recuerdo dulce de mis muertos. Un par de árboles al otro lado de las ventanas y un pedazo de cielo al que se asomen la luz y la noche. El mejor verso del mundo y la más hermosa de las músicas. Por lo demás, podría comer papas vacias y dormir en el suelo mientras mi conciencia esté tranquila.
Simple no? Debe ser que estoy llegando al otoño...

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