"Florentino Ariza escribía todas las noches sin piedad para consigo mismo, envenenandose letra por letra con el humo de las lámparas de aceite de corozo"..."La torre del faro fue siempre un refugio afortunado que el evocaba con nostalgia cuando ya tenía todo resuelto en los albores de la vejez". El amor en los tiempos del cólera.
miércoles, 25 de marzo de 2020
Los renglones torcidos de la vida
La vida te enseña que las personas fallan, que el amor no siempre será perfecto, y que realmente no existen los amores de novela. La vida te enseña a caerte y volverte a caer, pero uno le enseña a la vida que nos podemos levantar mil veces y más. Uno le enseña a la vida que podemos perseguir nuestros sueños y alcanzarlos para no dejarlos ir nunca, y que aún cuando no exista el amor perfecto puedes ser perfectamente feliz con un amor imperfecto.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario