miércoles, 18 de marzo de 2020

Verdad o verdades

No podemos dudar de que la verdad no es absoluta e inmutable, sino relativa.
Esto quiere decir que depende del entendimiento humano, y está sometida a las diversas variaciones de éste. La verdad cambia con cada ser humano y con los tiempos.
El hombre, como dijo Einstein, tiene un profundo anhelo de certeza en sus conocimientos. Sin embargo, cómo podemos saber qué es lo que queremos saber? Qué buscamos preguntando? De dónde pueden proceder las respuestas que consideremos válidas? Cómo hemos obtenido el conocimiento? Hasta qué punto estamos seguros de él? Cómo podemos ampliarlo, depurarlo o mejorarlo?
Sabemos las cosas porque otros nos las han dicho, porque las hemos estudiado y por experiencia propia. Pero, hasta qué punto estamos seguros de lo que sabemos? Quién nos puede asegurar que lo que damos por cierto, no será descartado después? Lo que hoy nos resulta verosímil o aun probable siempre debe estar sujeto a revisión. Por eso es importante tener criterios de verdad y razonar profundamente, si queremos fundar nuestros conocimientos sobre bases sólidas.
Cada persona tiene una verdad "relativa"; razón por la cual ésta no es propiedad privada ni absoluta de nadie. Nadie está en poder de la verdad. Las verdades religiosas, llamadas dogmas, son simples creencias, por cuanto no se debe aceptar como verdad algo que no se ha verificado de alguna manera. No existe la verdad absoluta; simplemente existen aproximaciones a la verdad.
Cada ser humano tiene una verdad inherente a sus experiencias, en la medida en que aprenda a conocerse a sí mismo, descubriendo grandes realidades de la existencia, teniendo cuidado con los argumentos de distracción que nos desubican de la realidad. De lo contrario se corre el riesgo de vivir esclavizados por desconocer nuestra propia verdad. Tengamos siempre presente que el hombre superior busca en sí mismo todo lo que quiere, en cambio el hombre inferior lo busca en los demás.

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